Desde enero de 2013, todos los productos de la construcción y decoración que se comercialicen en el mercado francés deben disponer de esta nueva etiqueta ambiental.
Esta ecoetiqueta identifica los productos con una clase de emisiones (A+, A, B, C) en base a los resultados de las pruebas de emisiones de COV (Compuestos orgánicos volátiles) según la serie de normas ISO 16000.
Se establecen unos valores límite de las clases de emisiones que se refieren al valor acumulativo de las emisiones totales, así como las 10 sustancias nocivas que deben evaluarse, entre ellas, el formaldehído.
Con A+ se marcan todos los productos que prácticamente no tienen emisiones, mientras que con la letra C se califican a aquellos productos con valores de emisión tolerables. Los productos cuyas emisiones superen notablemente estas cotas no deben ponerse en circulación en Francia.