La madera como material para el hogar es siempre una buena opción, tanto si es un elemento decorativo como si se apuesta por la madera como aislante. Lo cierto es que, cuando la gente se imagina la madera en el hogar, se le suele asignar valores de calidez.
También, de durabilidad y de versatilidad. Y, asimismo, como elemento que sirve como aislante. De hecho, es un material noble con infinitas cualidades.
La madera como aislante permite la construcción de ambientes sugerentes y versátiles. De la misma manera, favorece una atmósfera fresca en los meses cálidos. En cambio, en los meses de rigor invernal y frío genera un efecto de calidez.
La utilización de la madera en el hogar reporta considerables ventajas. Es decir, ya sea como elemento decorativo o para la construcción de la propia vivienda. De igual forma, la madera como aislante proporciona numerosas virtudes que hay que aprovechar como, por ejemplo, su resistencia ante el paso del tiempo.
También es muy resistente a las inclemencias del clima. Por todo esto, es posible utilizar la madera tanto en el interior como en el exterior de una construcción.
Otras de las ventajas de la madera es que es un material altamente adaptable y moldeable. A estas características hay que sumarle su valor estético. Asimismo, no hay que olvidar que este material es un elemento orgánico. En consecuencia, proporciona sensaciones agradables al tacto.
Del mismo modo, es un elemento muy competitivo económicamente, ya que su precio suele ser asequible para carteras no muy pudientes. Además, su mantenimiento es sencillo y no requiere de un gran desembolso económico.
Tras conocer las ventajas que presenta como aislante para combatir el frio, es el momento de plantear las razones para su utilización:
La capacidad de la madera como aislante del frío es enorme. Como media, es quince veces superior a un muro de hormigón.
Otro dato a considerar el siguiente. Sobre una pared, un friso de veinte milímetros aísla con la misma capacidad que un muro de hormigón de trescientos milímetros.
Según un análisis del Instituto de Biomecánica de Valencia (IBV) y la Confederación Española de Empresarios de la Madera, las propiedades térmicas de la madera destacan entre otros componentes que normalmente se consideran más robustos.
De igual forma, en los entornos donde la madera se encuentra como aislante se evitan pérdidas bruscas de calor. Por tanto es, muy aconsejable usar este material. Por ejemplo, para los suelos.
Las propiedades conductivas hacen que la madera como aislante sea tremendamente efectiva. No se caracteriza por ser un buen conductor del calor, lo que permite conservar una temperatura agradable durante todo el año.
En otro sentido, la madera es capaz de absorber humedad al entorno. Esta peculiaridad ayuda a purificar el ambiente y mantener un grado de humedad óptimo.
Otra de las razones para utilizar la madera como aislante en las viviendas es su eficiencia energética. Así, ha quedado demostrado que los hogares que utilizan la madera consumen menos electricidad, lo que supone un jugoso ahorro económico.
Como consecuencia principal, desciende el consumo de calefacción en invierno y de aire acondicionado en verano.
El componente ecológico es también una de la razones para decantarse por la madera como aislador. Es un material natural cuya utilización es un acierto pleno y que ayuda al mantenimiento del medio ambiente.
La madera gana en sencillez en su montaje a otros materiales disponibles en el mercado. En efecto, la piedra o el gres, por ejemplo, no son tan fáciles de tratar en el montaje. Incluso, económicamente es un material con precio más reducido que sus competidores.
El abanico de diseños a implementar es amplio. Así, se combina la capacidad de la madera con su faceta más estética. Se puede elegir entre toda las variedades de madera al gusto personal: Pino, cedro, arce, haya, nogal, cerezo, roble, caoba…
La madera es la reina del confort. Una vivienda que la utiliza hace percibir el espacio de una forma cálida. Así, es natural, relajante y proporciona tranquilidad. Se logran de esta manera espacios muy acogedores.
La madera puede convertirse en un material de seguridad. De hecho, se ofrece la madera como aislante con un revestimiento ignífugo para resistir al fuego. Esta propiedad que ofrece es siempre muy a tener en cuenta para futuros proyectos.
La alta densidad que contienen algunas maderas permite a este material soportar mejor las inclemencias del tiempo. De hecho, sus propiedades naturales se conservan intactas. La vida útil de algunas maderas supera el siglo, mientras que otras construcciones como el hormigón no superan los setenta años.
Si te gustaría implementar la madera como aislante en tu hogar, consulta el amplio catálogo de productos que tienes a tu disposición en nuestra web. Y si tienes dudas y consultas que realizar, contacta con nosotros y te asesoraremos sobre materiales y soluciones.
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