Envejecer la madera puede ser un proceso relativamente sencillo, si conoces las técnicas adecuadas para llevarlo a cabo. La madera vieja posee mucho carácter pero en ocasiones no resulta sencilla de encontrar, y su precio suele ser costoso.
Sin embargo, existen algunas fórmulas sencillas de darle esa textura y profundidad especial para conseguir espacios con mucho encanto. Solo necesitarás unas pocas herramientas simples, algunos productos económicos y muy fáciles de encontrar y un poco de maña.
Las herramientas habitualmente utilizadas para envejecer la madera se pueden encontrar en cualquier caja de herramientas básica: martillos, sierras, clavos, lijas, gubias, brocas y cepillos de alambre. También es importante contar con algunos elementos de protección, como guantes de látex o gafas de seguridad.
En cuanto a los líquidos y químicos, hay varios materiales que es posible que quieras utilizar. Por ejemplo, decapantes para la madera (para eliminar el barniz anterior), tintes especiales, pinturas e, incluso, un líquido muy usado para envejecer la madera: el vinagre blanco.
Fundamentalmente, existen tres fórmulas de envejecer la madera: hacerlo de forma mecánica, de forma química, o utilizando pintura para darle aspecto envejecido. Sin embargo, hay algo vital a tener en cuenta: distintas maderas obtendrán resultados distintos.
Por ejemplo, las maderas blandas como el pino son más económicas y su proceso para envejecer la madera es más sencillo. De hecho, son más fáciles de desgastar y su composición celular suele ofrecer mejores resultados al usar químicos envejecedores, como los tintes.
Aun así, es posible envejecer la madera de cualquier especie. Quizá el proceso sea más laborioso en maderas duras, pero es algo que se solventa sometiéndolas varias veces al proceso para obtener mejores resultados.
Si quieres conseguir un aspecto más natural al envejecer la madera, hacerlo de forma mecánica te reportará mejores resultados. Si piensas en el ciclo de vida de cualquier objeto de madera, este va envejeciendo con el paso del tiempo por desgaste de uso o por estar expuesto a agentes externos.
De lo que se trata es de emular este proceso mediante un desgaste artificial. Por ejemplo, lijando suavemente los bordes para redondearlos, golpeando la madera con objetos contundentes (como el lateral de un martillo o una cadena), raspando la madera con un cepillo, o realizando hendiduras.
También es posible conseguir grandes acabados al envejecer la madera utilizando pátinas, tintes y químicos aceleradores de intemperie. No solo los golpes, rozaduras y otros impactos envejecen la madera, sino también otro tipo de agentes climáticos.
Existen diferentes productos para simular un desgaste en la madera como el que pueden producir, por ejemplo, su exposición a los rayos UV durante un tiempo prolongado. Asimismo, una madera que ha soportado humedad durante mucho tiempo también se vuelve más oscura.
Así, si quieres envejecer la madera usando tintes, debes tener en cuenta que al aplicarlo en seco, el material se puede teñir de forma homogénea. Para conseguir un mejor efecto puedes mojar la pieza primero con un rociador de agua. De esta manera, las secciones de la madera absorberán el tinte con diferentes intensidades.
También puedes conseguir un atractivo tono grisáceo como el que presentan las maderas expuestas al salitre marino si utilizas vinagre blanco. Solo necesitas sumergir en una botella de vinagre una lanilla de acero y exponerla al sol durante unas horas. Después, debes rociar la madera con el vinagre y conseguirás este efecto.
Los aceleradores de intemperie son fáciles de conseguir y también consiguen resultados bastante naturales. Además, tienen la ventaja de que no presentan un olor tan fuerte como el vinagre y son más fáciles de limpiar.
Por último, una de las técnicas más sencillas para envejecer la madera es utilizar pintura para darle ese aspecto desgastado y rústico. Para ello, se pueden utilizar varios colores que encajen con el tono que se quiere conseguir. Pero es importante que la primera capa lleve un color claro, lo que aumentará el contraste.
Es importante no lijar la madera antes de empezar a pintar. Después, puedes ir aplicando la pintura por capas y secciones y de forma moderada, sin preocuparte de cubrir toda la superficie, ya que la intención es que se vean aún algunas partes de la madera original. Tampoco es necesario secar cada capa. De hecho, que se mezclen los colores dará un resultado más natural.
Por último, deja secar la madera al menos un día y después lija suavemente y de forma irregular para obtener ese efecto descascarillado de la madera recuperada.
Puedes envejecer la madera y darle un nuevo aspecto a tu casa o jardín de forma sencilla y económica. En Maderas Portu te ofrecemos una amplia variedad de tableros, maderas y tarimas sostenibles y te asesoramos para que puedas llevar a buen puerto tus proyectos.
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